sábado, 28 de marzo de 2009

Los obeliscos se utilizaron de manera prominente en el Antiguo Egipto. Tallados en un solo bloque de piedra, generalmente se colocaban por pares a la entrada de los templos, y sus caras tenían grabados jeroglíficos con alusiones al faraón que los mandó erigir. El piramidón solía estar recubierto de bronce u oro, metal del que los antiguos egipcios afirmaban era la "carne de los dioses". Este monumento simboliza un rayo del Sol, la estabilidadLos obeliscos se utilizaron de manera prominente en el Antiguo Egipto. Tallados en un solo bloque de piedra, generalmente se colocaban por pares a la entrada de los templos, y sus caras tenían grabados jeroglíficos con alusiones al faraón que los mandó erigir. El piramidón solía estar recubierto de bronce u oro, metal del que los antiguos egipcios afirmaban era la "carne de los dioses". Este monumento simboliza un rayo del Sol, la estabilidad y fuerza creadora que poseía el dios solar Ra. Los egipcios creían que los rayos del Sol llevaban hasta la tumba un gran poder vivificante que tenía algún efecto en la posterior resurrección del difunto. Durante la breve reforma religiosa de Ajenatón se consideraban como rayos petrificados de Atón, el disco solar. La mayoría de los obeliscos procedían de las canteras de granito de Asuán. Actualmente se conocen más de treinta obeliscos egipcios terminados y uno inacabado (hallado en dicha cantera). Muchos obeliscos egipcios fueron llevados a Roma, al punto que actualmente hay más obeliscos erigidos en Roma que en todo Egipto. Posteriormente, otros imperios de occidente también se llevaron obeliscos egipcios para erigirlos en sus capitales. Estas son las ubicaciones de los obeliscos más conocidos del Antiguo Egipto: Obelisco de Sesostris I. Heliópolis (Egipto) Piramidión del obelisco caído de Hatshepsut. Karnak (Egipto) Obelisco inacabado. Asuán (Egipto) Egipto – ocho y fuerza creadora que poseía el dios solar Ra. Los egipcios creían que los rayos del Sol llevaban hasta la tumba un gran poder vivificante que tenía algún efecto en la posterior resurrección del difunto. Durante la breve reforma religiosa de Ajenatón se consideraban como rayos petrificados de Atón, el disco solar. La mayoría de los obeliscos procedían de las canteras de granito de Asuán. Actualmente se conocen más de treinta obeliscos egipcios terminados y uno inacabado (hallado en dicha cantera). Muchos obeliscos egipcios fueron llevados a Roma, al punto que actualmente hay más obeliscos erigidos en Roma que en todo Egipto. Posteriormente, otros imperios de occidente también se llevaron obeliscos egipcios para erigirlos en sus capitales. Estas son las ubicaciones de los obeliscos más conocidos del Antiguo Egipto: Obelisco de Sesostris I. Heliópolis (Egipto) Piramidión del obelisco caído de Hatshepsut. Karnak (Egipto) Obelisco inacabado. Asuán (Egipto) Egipto – ocho