
“
Minhocão” es un enorme monstruo marino brasileño
que mide más de quince metros de largo. Habita en las poco frecuentadas
selvas de las provincias sureñas de Brasil. Las viejas leyendas lo
describen como una gran serpiente con características de dragón.

Se cuentan muchas historias, no confirmadas y sin fundamento, sobre
las andanzas del agresivo y carnívoro Minhocão. Se dice que un
explorador murió a consecuencia de
agotamiento físico y mental después de haber sido perseguido durante
tres días por Minhocão, hasta que virtualmente enloqueció.
Otra historia, tal vez la más famosa y espeluznante, es la de
Joao Antonio Blanco,
campesino de la región. Vivía con su esposa y cuatro hijos en una
pequeña choza perdida en la selva. El trabajaba como peón en las fincas
cercanas, por lo que se veía obligado a permanecer fuera de su hogar, a
veces por varias semanas.

Cierta vez que regresaba a su casa la encontró destruida, aplastada,
incluso algunos árboles habían sido arrancados de raíz. De su familia
no había ni rastro.

Como loco, Joao se lanzó tras “aquello” que había dejado un rastro
muy marcado. Durante dos días continuó su camino hasta que encontró
entre una pila de excrementos dejados por algún animal descomunal, el brazo a medio digerir de uno de sus hijos
[1].
La historia, como ya antes dijimos, es apócrifa pero algunos autores
la siguen repitiendo como una verdad absoluta, modificando y añadiendo
nuevos y sensacionales detalles.
En las islas Ancora y Santana (Brasil) han ocurrido varios naufragios que se le han adjudicado a un monstruo marino.

Uno de los testigos que ha visto al monstruo, el comandante
Renato Barros, capitán del
Mestre Aprigio declaró:
“He navegado durante 25 años y nunca había visto algo semejante;
tal vez me consideren loco, pero estoy diciendo la verdad. El monstruo
medía más de 15 metros de largo y su peso debe ser de cinco toneladas.
Tenía una cola de forma irregular que terminaba en punta. Su cabeza
tenía una enorme cresta y su hocico era grandísimo. Toda la tripulación
lo vio, y están tan asustados que desde entonces han permanecido en
tierra”.

Toda la tripulación del
Assuncao
(16 miembros) vio al monstruo. Se dijo que exhalaba mucho humo por el
hocico y que sus ojos eran brillantes y de color rojo. El capitán dijo:
“Me quedé paralizado al ver a la enorme criatura, debe haber
medido anos veinte metros de largo porque le ordené al timonel que
cambiara de estribor a babor para verlo bien y pude apreciar su cabeza
que era de gran tamaño y de color gris, mientras que de sus ojos parecía salir luz”.
Ademir Nascimento, comandante del
Sao Pedro, también tuvo un encuentro con el monstruo:
“Parecía
un extraño pez de enorme tamaño. Debe medir unos veinte metros y su
peso debe ser de seis toneladas. Me asusté tanto cuando lo vi que caí
de espaldas fracturándome un brazo”[2].
Una investigación por parte de las autoridades marítimas descubrió que el rumor se había originado en las tabernas del puerto.

Minhocão quiere decir “gran lombriz” o “gran gusano”. Proviene del portugués “Minhoca”, gusano de tierra. Según la
leyenda, el Minhocão es una enorme serpiente que vive en el río San
Francisco. Excava hoyos enormes por los que pueden desaparecer,
incluso, las casas. También aparece en medio del río y con la cola
golpea los barcos hasta hundirlos. Fue el Minhocão quien hizo las
cuevas que existen en las barrancas del río.
Tal vez la leyenda se refiera a una anaconda sobredimensionada.
PERU Y COLOMBIA

Se dice que en diciembre de 1947 el vaporcito Santa Clara, de
matrícula norteamericana, embistió a un animal de unos quince metros
de longitud y 1.20 metros de grosor. El hecho ocurrió en aguas
colombianas.

En 1980 el diario
La Prensa de Lima informó que en la laguna Pun Run se había visto un monstruo parecido a Nessie.

La laguna, que tiene forma de zapato, esta en el departamento de Pasco, colindante con el de Lima. Según
Humberto Toribio
(el “rey de las ranas”) campesino que se gana la vida vendiendo esos
batracios, la historia sobre un animal tipo Nessie es un engaño
periodístico
. “Al menos yo nunca lo he visto en todos los años que tengo cazando ranas”.

La Prensa también citó a un maestro de apellido
Toledo,
que un día observó a la orilla de la laguna unos peces con bigotes de
color marrón que tomaban el Sol tendidos en la arena; cual si fueran
turistas
[3].
En la laguna de Los Ángeles, al norte de Lima y a una altitud de
3,800 metros se afirma que existe un monstruo de diez metros de
longitud. Su color es plateado brillante y tiene un cuello como de
cisne.