Los científicos que investigan el planeta rojo descubrieron que la atmósfera marciana contiene gas metano. Esto puede ser un signo -dicen los investigadores- de vida en el planeta. En un principio éste fue detectado por telescopios en la Tierra y recientemente, su presencia fue confirmada por la sonda "Mars Express". El metano sólo vive por un corto período de tiempo en la atmósfera marciana, por lo tanto, debe reproducirse constantemente. Hay dos maneras de que esto suceda. O mediante los volcanes activos -que aún no han sido encontrados en el planeta- o a través de los microbios. Metano, presente Astrónomos dicen haber visto la espectral evidencia del metano en la atmósfera marciana con la ayuda de varios de los más grandes telescopios.
El gas fue detectado por el telescopio infrarrojo en Hawai y por el observatorio Gémini Sur en Chile. Asimismo, los científicos a cargo de los instrumentos de "Mars Express", anunciaron la presencia de metano. El metano no es una molécula estable en la atmósfera marciana. Si no se renueva, duraría sólo unos cientos de años y luego desaparecería. Una de las teorías que manejan los expertos es que el gas es producido por los volcanes en actividad. La lava que se deposita en la superficie o que se distribuye bajo el suelo, produciría el gas. Sin embargo, esta explicación no es del todo plausible: hasta el momento no se han hallado volcanes activos. Misterio para el Beagle Otra teoría es la de los microbios. En la Tierra, las bacterias producen metano del hidrógeno y dióxido de carbono. Los microbios terrestres que producen metano, no necesitan oxígeno para vivir.
Este es la clase de microbios que los científicos creen pueden existir en Marte. Los dos robots estaounidense que llegaron al planeta rojo en enero no tienen la capacidad para investigar en donde se origina el metano, dado que están diseñados para efectuar tareas de tipo geológicas. En el futuro las próximas misiones podrían incluir sensores para analizar el metano y así determinar si es de origen biológico. Lamentablemente, la misión Beagle 2 con la que nunca se volvió a establecer contacto- contaba con un mecanismo para detectar el metano en la atmósfera marciana. |